Capítulo 9

-¿Qué te pasa Mary? Te veo como apagada...- dice Aina.
-Nada, es solo...- suspiro.- que no sé cuándo volveré a ver a Lou.
-Ya verás que os volveréis a ver.- me acaricia la espalda.
-Eso espero.- seguimos buscando donde comer. Llevamos como 10 minutos buscando un restaurante, pero todos son o para mayores de 15 o de 18. ¿Pero por qué? No lo sabemos, pero se me están subiendo los humos. Encima que tengo mucha hambre. Pero al fin, encontramos un lugar bastante acogedor. Nos decidimos por sentarnos en una mesa elevada con taburetes.
-Primo, ¿pedimos una pizza para los dos? Tienen pinta de ser grandes.
-Vale, ¿nos pedimos tres de patatas?
-Cuatro mejor.- opina Mar.
-Venga.
-Hi, ¿ya sabéis que vais a pedir?- pregunta la camarera.
-Sí, para nosotros una pizza de jamón y queso.
-Nosotras una de cuatro quesos.
-Para mí otra de jamón.
-A mi una de salami.- añade Andrés.
-¿Y de beber?- procede la señora.
-Agua, ¿no? agua.
-Vale, muchas gracias.
Ya nos han llegado las pizzas, y yo soy la primera en empezar a comer. '¡Qué hambre!' pienso. Unas patatitas y un trago de agua. Sigo comiéndome la  pizza. Al terminarnos las patas pedimos la cuenta.
-¿¡Quéeeeeeee!?- esa ha sido la primera expresión de Mar.- ¿80,15 libras?
-Imposible.-añado yo.- a ver.- observo determinadamente la cuenta y sí, están en lo cierto.- Sí, son 80 libras. Podemos pagar cada uno 14.
-Vale.- todos ponemos el dinero en la bandejita y se la entregamos a la camarera.
-Muchas gracias por venir, bye.- se despide la señora.
-¡Bye!- decimos todos
-¿A dónde vamos?
-Vamos a mirar tiendas.
Salimos del recinto donde estaba el restaurante y salimos a la calle principal. Entramos en una tienda y miramos los precios, todo es muy caro. Salimos y nos metimos en una tienda de souvenirs. Bajamos las escaleras y vimos un apartado de One Direction donde están las caretas de cada uno de los chicos.
-Mary, cómprate una, la vas a necesitar.- dice Andrés cogiendo una careta de Lou.
-Qué gracioso.- comento sarcásticamente.
Salimos de la tienda y al bajar por la calle vemos a un hombre vestido de un soldado de 'la guerra de las galaxias', me acerco a él y le alargo la mano para que me la de, pero cuando me la va a dar, retiro la mía y sigo caminando. Todos reímos. Ahora entramos en una tienda Disney, Aina quería comprarle algo a su hermano pequeño. La última tienda que visitamos es una de hacer peluches, sí, en esas que coges el peluche y lo rellenas tu misma y le pones la ropa que quieras.
-¿Qué hora es?- pregunto.
-Queda más de media hora para irnos.- me responde Nico.
-¿Podemos ir al Starbucks? Me apetece tomar algo por última vez.
-Y luego soy yo la que tiene una obsesión con el Starbucks...- añade Patri.
-No es una obsesión, es solo que tengo sed y quiero algo calentito.- me defiendo.
Nos dirigimos al establecimiento y nos ponemos en la cola. Llega nuestro turno.
-¿Qué va a pedir?
-Yo quiero un frapuccino.
-Vale, serán 2,50 libras.- se las entrego.
-¿Desde cuándo te gusta el café?- me cuestiona Patri.
-Desde que lo probé en Candem Town.
Voy al otro lado y recojo mi café. Al tener todos su pedido, nos sentamos en una mesa en el piso de abajo. Le doy un sorbo a mi bebida, no puedo evitar acordarme de él. Hablando de nuestras cosas, se nos ha ido el tiempo, ya era hora de ir a cenar. Salimos corriendo de ahí en dirección el sitio acordado por las profesoras. Subimos al metro y nos vamos al lugar donde cenaríamos por última vez. Después de esto, volvemos al hotel.