Capítulo 42

Pago al taxista que me ha dejado en frente de la casa de Waliyha y llamo a su timbre con la mano temblorosa; me recibe con el pelo hecho polvo y en pijama.
-¿Nico? -se frota los ojos con pereza. -Son las tres de la madrugada.
-No podía dormir, necesitaba decirte algo.
-Oye, no importa, de verdad. No tienes culpa de nada, la tengo yo por hacerme ilusiones, así que mejor... olvídalo, ¿vale? -hace acopio de cerrar la puerta, pero se lo impido con la mano.
-Te quiero -sube la cabeza hasta que nuestras miradas se cruzan. -Ala, ya lo he dicho.
-Pero...
-Sé que suena ridículo, pero no pude evitar fijarme en ti desde que te vi en la fiesta de Harry; no supe qué era lo que me pasaba hasta que pasamos aquella noche juntos, y lo que me ocurría era que me había enamorado tremendamente de ti -una leve sonrisa se dibuja en su cara. - Te quiero, Waliyha Javadd Malik, y no quiero que vuelvas a pensar lo contrario nunca más -nos quedamos en silencio. -Buah, qué bien suelta soltarlo -se abalanza sobre mí para callarme con un beso.
[Narra Waliyha]
La luz del alba se cuela por las cortinas, levanto los párpados con pesadez hasta que por fin consigo visualizar a Nico sentado a mi lado en la cama de mi habitación.
-Buenos días, dormilona -me da un rápido beso en los labios.
-¿Cuánto llevas despierto? -dejo escapar un sonoro bostezo.
-Unos minutos, tiempo suficiente para preparar esto -saca una bandeja de desayuno en la qual reposan dos bolsas llenas de churros y un par de vasos con chocolate caliente. -¿Te habían traído alguna vez el desayuno a la cama?
-Tú eres el primero -digo con una sonrisa resplandeciendo en mi cara, primero la aparición de anoche y luego este banquete; solo espero que este chico nunca deje de sorprenderme así.