Capítulo 46

Los vítores y los aplausos del público inundando el estadio de Londres al acabar la última canción se escuchan desde el pequeño armario de productos de limpieza en el cual le prometí a Louis que nos veríamos si decidía romper con Eleanor antes de las doce. A medida que los molestos ruidos de la gente se van difuminando y los pesados segundos transcurren en un tic-tac, las posibilidades de que Louis aparezca se van reduciendo hasta que el reloj que cuelga de una de las paredes del diminuto cuarto marca la llegada de la media noche; no va a venir.

[Narra Mary]

A la mañana siguiente, me levanto al sonar el despertador y me visto con lo primero que veo dentro del armario. He quedado con Zayn dentro de una hora, me ha dicho que tenía una sorpresa lista para mí. Oigo sonar el claxon de su coche desde mi habitación, bajo corriendo las escaleras y me subo en el vehículo; juntamos nuestros labios en un largo beso para después abrocharme el cinturón de seguridad.
-Muy bien, ¿y a dónde me llevas? -le pregunto curiosa.
-A mi casa.
-¡¿A tu casa?!
-Eso he dicho -secunda de manera impasible.
-¿Es esa la sorpresa, ir a tu casa?
-Más o menos, la sorpresa que te quiero dar está allí.
-No me vas a contar nada, ¿no?
-Nop.
-¿Ni una pista?
-Nada de nada.
-¡Pues acelera, que quiero saber qué es! -ambos reímos.
Transcurre el trayecto hasta que llegamos al fin; aparcamos, nos dirigimos a la puerta del lujoso apartamento y entramos en él.
-Vaya, este sitio es increíble -exclamo.
-Me alegro de que te guste, pero para que puedas descubrir lo que te he preparado tendremos que subir al piso de arriba -ascendemos escalón a escalón hasta un largo pasillo en la planta superior, donde hay muchas habitaciones; nos adentramos en una de las puertas del fondo, la que parece ser su cuarto. Encima de la cama de matrimonio de la estancia se encuentra una caja de cartón con agujeros en la tapa.
-Ahí está, ves a ver qué es -me señala el paquete con la mano.
Justo cuando estoy a punto de tocarlo, se oye un maullido procediente del regalo; ¡un maullido! Lo abro y veo en su interior un pequeño gato con el pelaje gris y a rayas negras, por su tamaño diría que se trata de un recién nacido; lo cojo en brazos como si se tratara de un bebé.
-Oh, Zayn, es adorable...
-No parabas de hablar de que siempre te habían gustado los gatos pero que tu madre no te dejaba tenerlos en tu casa de Mallorca, de manera que he pensado que al menos así podrías tener uno en Londres.
-Me encanta, es el mejor detalle que alguien ha tenido nunca conmigo -me acerco cuidadosamente a él con el gato aún en brazos para besarle durante largo rato.
-¿Has pensado cómo vas a llamarle?
-¿Qué te parece... Olaf?
-¡¿Olaf, como el de Frozen?! -yo asiento con la cabeza. -Pero si Olaf es un muñeco de nieve de color blanco, este gato es de pelaje oscuro.
-Ya lo sé, pero es que siempre me ha parecido gracioso ese nombre. Claro que si no te gusta, pues...
-A mí me gusta todo lo que a ti te haga feliz, y si así es como te apetece llamarlo... ¡Pues Olaf se va a llamar!
-Te quiero.
-Y yo a ti -y ahí va otro beso, un beso de los de verdad, de los que te dejan sin aliento; y es que si hay algo que me guste más que los gatos son los perfectos labios de Zayn.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

One Direction - Story of My Life