Capítulo 7

[Narra Nico]
-¡Chicos, no tardéis mucho! ¡Yo ya voy yendo! -informo a mis compañeros.
Salgo de mi habitación y subo por las escaleras al tercer piso. Habitación 303, la de Mar Rey, Marina, Irene y Núria; esa noche nos reuniríamos allí.
-Abridme -susurro dando golpecitos en la puerta.
-Nico, hola -es mi prima quien me abre.
-Hola -entro al cuarto y compruebo que Mary y yo somos los únicos invitados -Todavía no ha llegado nadie.
-Si es que a menudas horas llegáis, que aún nos estamos duchando -murmura Mar saliendo del baño.
-Me toca la ducha -exclama Marina levantándose del suelo.
-¡Mar, tápate un poco! ¡Que vas en ropa interior! -grita Irene.
-Da igual -se defiende ella.
-Aún es pronto, ¿bajamos al bar y así hacemos algo? -propongo.
-Sí, así podre usar el Wi-Fi -responde Mary.
-Entonces vamos -nos levantamos del suelo.
-Un momento, que me visto y bajo con vosotros.
-Venga pues, Mar; date prisa -volvemos a tomar asiento.
-Oye, ¿y qué tal ha ido? -le pregunto a mi prima en voz baja.
-Genial, y no te lo vas a creer.
-¿El qué?
-Mira -saca su móvil y me enseña una foto tomada esta tarde.
-¡PERO SI ES...!
-Ya sé quien es, no grites -me tapa la boca.
-¿Qué pasa?
-No pasa nada, Núria; tranquila -intervengo yo intendando arreglarlo.
-Luego te sigo contando, primo.
-De acuerdo.
-Yo ya estoy, ¿vamos? -informa Mar.
Salimos de la habitación y, de puntillas, nos desplazamos hasta llegar al ascensor. 2 - 1 - 0, ya hemos llegado. Me conecto a la red y, acto seguido, tomo asiento al lado de Mary.
-Sigue contando -le susurro, de repente recibo un mensaje.
-Mejor hablemos por mensajes -carita sonriente.
-Me parece bien -pulgar hacia arriba.
-Bueno, el caso es que esta tarde me contó que se hizó pasar por otro porque quería asegurarse de que me interesaba por él solo por su personalidad y no por el hecho de que es famoso. Y también me ha dicho que le llamé la atención desde aquella primera vez en el Starbucks. ¿No te das cuenta? ¡Le agrado a Louis Tomlinson! -corazón, corazón, corazón.
-¿Quién más lo sabe?
-Patri, Aina y Mar Medina.
-Soy una tumba, lo juro -dejo el móvil en el respaldo del sofá en el que estoy sentado.
[Narra Mary]
-Soy una tumba, lo juro -deja su móvil en el respaldo del sofá en el que está sentado.
Mi teléfono suena indicando que he recibido un mensaje, es de... ¡DE LOUIS!
-Me gusta como te queda el pijama, te favorece -emoticono travieso.
-¿De qué estás hablando?
-Mira a tu alrededor.
Obedezco. Allí está, puedo verle observando a través de los cristales de la puerta principal. ¿Qué hace allí?
-Ahora vengo -le digo Nico levantándome del sofá.
Empiezo a correr hacia el punto de encuentro con mi... ¿novio? No sé ni cómo llamarlo, pero me gusta esto.
-¿Cómo sabes que este es mi hotel? -le pregunto para posteriormente darle un  beso.
-Digamos que me han echado un cable -señala a mi primo.
-¿Él te lo ha dicho?
-Y también he contado con la ayuda de tus otros amigos, pero no he venido hasta aquí para hablar de ellos -se saca una rosa de su espalda.
-Louis, eres un amor -le vuelvo a besar, y le beso, y no pare de besarle.
-Aunque me esté gustando esto, tengo que despedirme ya; y tú también deberías irte, como alguien te vea...
-Tienes razón, es que... Te voy a echar muchísimo de menos.
-Y yo también -me abraza.
-Anda, ve.
-Te quiero.
-Y yo a ti -un último beso y se marcha.

Capítulo 6

-¡Quema!- digo dejando el vasito de chocolate en la mesa.
-Pues sopla.- dice Kevin riéndose.
-A mi no me hace gracia.- pongo carita triste.- ¿Por qué no te quitas el gorro y las gafas? Aquí no hace frío.
-Porque... soy muy friolero.
-Al menos quítate las gafas.- intento quitárselas.
-¡No!- dice echándose hacia atrás.
-Vale, como quieras.- vuelvo a coger el vaso pero esta vez con cuidado, soplo un poco y le pego un sorbo.
-¿Está bueno?
-Sí, es lo único que he probado aquí.
-Aquí todo está muy bueno.
-Me lo imagino.- sonrío al igual que él.
Seguimos bebiendo y conversando; cada vez nos vamos conociendo más. Nos quedamos un rato en silencio hasta que un grupo de adolescentes lo rompen.
-¡It's there!- todas se acercan corriendo a nuestra mesa.
-¡Joder!- Kevin se levanta y me coge de la mano arrastrándome hasta la salida del local.
-¿Qué pasa? ¿A dónde vamos?- pregunto, pero no obtengo respuesta.
Entramos por una pequeña calle hasta llegar a una plaza, dónde no hay nadie.
-Ahora podemos hablar.
-¿Qué ha pasado? ¿Por qué han venido a nuestra mesa esas chicas? ¿Qué hacemos...-me calla con un beso y me dejo llevar.- ¿por qué lo has hecho?
-¿El qué?
-Besarme.
-¿No te ha gustado?
-Sí, pero...- me vuelve a besar.- te quiero...
-Shh.- me pone el dedo en la boca.- déjame hablar a mi.- se quita el gorro y las gafas.
-¿Louis Tomlinson?- no quepo en mi asombro.- estoy soñando.
-No lo estas haciendo. Déjame que te explique... mira, cuando te ví en el Starbucks sentí algo que no he sentido por otras chicas.
-¿Y por qué te inventaste a 'Kevin'?
-Uso ese nombre para que no me reconozcan y para saber que una chica se enamora de mí por mi personalidad, no por ser famoso.
-Entiendo.- el silencio abunda.- ¿y ahora que hacemos?
-¿Lo intentamos?
-¿El qué?
-Ya sabes, ser novios y eso...
-Ah, ¿tú crees que funcionará?
-Si los dos creemos, sí.- le beso.
-Podemos intentarlo.- digo con una sonrisa de oreja a oreja.- Voy a ir llamando a Aina.- él de mientras se pone el gorro y las gafas.- Aina, ¿dónde estáis?
-Donde el arbol ese tan grande.
-Vale, ahora vamos.- le cuelgo.- vamos.- le cojo de la mano y nos dirijimos al lugar.
Llegamos al lugar de encuentro abrazados.
-Que juntitos os veo.- dice Medina. No podemos evitar sonreir los dos.
-¿Y ahora dónde vamos?
-Podemos ir a Britania.
-Me parece bien, dicen que hay cosas monísimas a bajo precio.- añado.
Todos juntos, subimos la calle principal hasta llegar a esa tienda.
-La planta 2 es la de chicas y la 3 de chicos, ¿después nos vemos aquí?- propone Nico.
-Vale.- decimos todos al unisono.
Aina, Mar, Medina y yo subimos a la 2 planta mientras que mi primo Nico, Andrés y "Kevin" suben a la 3.
-¡Mirad esta falda!- dice Mar.
-Oh, dios, me he enamorado.- añade Aina refiriéndose a una camiseta negra con una calabera de flores.
Hay cosas chulísima pero no sé cual escoger, mientras que Aina ya se ha comprado esa camiseta y unos vaqueros; Mar una falda y Medina una sudadera y unos leggins. Al final me decanté por esta blusa y estos shorts:
 
Aparte de una sudadera granate que ponía Oxford. En Mallorca no se encuentra ropa como esta, así que ahora aprovecho. Ya al terminar las compras, volvimos a la planta baja. Los chicos ya estaban.
-¿No os habéis comprado nada?- les pregunto.
-No, no había nada de mi estilo.
-¿Tú que te has comprado?- me dice Louis intentado mirar lo que hay en la bolsa.
-Ah, sorpresa.- le saco la lengua.
-Ya tendríamos que ir yendo hacia la estación.
-Pues vamos.- dice Aina.
Salimos del Britania, cruzamos la calle y ya estamos ahí. Todos los otros estudiantes ya estaban allí, menos las profes.
-¿Ya te vas?- me pregunta Louis.
Sí, ¿dónde están las profes?- le pregunto a uno de mis compañeros.
-Se han ido a tomar un café.- me responde.
-Toma ya.- comenta Mar.
Me giro hacia Louis y le doy un beso en la mejilla.
-Tenemos un ratito más para estar juntos.
-Algo es algo.- me abraza.- te quiero.
-Y yo a ti.- susurro.
Nos quedamos abrazados hasta que que las profesoras aparecen. Andrés me avisa de que ya nos vamos y que me tendría que ir despidiendo. Me separo de Louis y le beso.
-Adiós cielo, te echaré de menos.
-Y yo a ti.- me giro y paso el ticket por la máquina para poder pasar.
-Una despedida de película, eh.- me dice Medina.
-Sí.- digo sonríendo.
Miro a Louis por última vez y bajo las escaleras con los demás.

Capítulo 5

-¿Cómo se llama? -me pregunta Nico.
-Kevin.
-Lo más importante, ¿está bueno? -secunda Aina.
-¡Y yo qué sé!
-Bueno, bueno... -se defiende mi amiga.
-No le llegué a ver bien la cara en el Starbucks, iba muy tapado, supongo que por el frío.
-¿Y su foto de perfil? -continua Mar Medina.
-No tiene ninguna foto suya, salen los de 1D.
-¡¿Es directioner boy?! -exclama Patri.
-Sí -respondo yo.
-Me cae bien.
-No se lo he contado a nadie más que a vosotras cuatro, con que discreción. ¿Entendido?
-Sí... -contestan al unisono.
-Así me gusta -le doy un mordisco a mi croissant.
-Chicos, es hora de partir. Arthur nos está esperando en la parada del metro -grita una profesora.
Agarro mi vaso de agua y me lo bebo todo. Bufanda y bandolera; listo. Nuestro guía nos ha planificado una visita a un taller de teatro y nos ha coordinado una excursión al teatro literario de Shakespare para esta mañana, luego iremos a los tribunales de justicia para presenciar una sesión en directo y después a Picadilly Circus a cenar. Un día movidito. Mierda, no hay asientos, el metro está petado. Me agarro a una de las barras y saco mi móvil. F, G, H, I, J... ¡K!
-Buenos días -emoticono mandando un beso.
-Buenas -emoticono guiñando el ojo.
-¿Qué tal has dormido?
-Bien, aunque me costó conciliar el sueño... no paraba de pensar en ti.
-¿De veras? -carita sonrojada.
-Yo no te mentiría nunca.- emoticono sonrojado.- oye, ¿podrás venir esta tarde a Picadilly Circus?
-Perfecto.
-Ya llego, me tengo que ir, esta tarde nos vemos.- corazón.
-Vale, te quiero.- añade un corazón.
Bajamos del metro y nos dirigimos hacia una especie de bar, dónde haríamos el taller de teatro.
Una hora y media o dos horas es lo que dura la actividad. Nos despedimos de nuestro amigo Gary y volvemos al metro. 'Madre mía, parece que vivimos en el metro' pienso, aunque no creo que sea la única que lo piensa.
-¡Mary, despierta!- grita mi primo Benji zarandeándome.- ya hemos llegado a la parada.
Ahora vamos a comer y después hacia los tribunales de justicia. Hemos visto los típicos trajes que llevan los jueces, los abogados... después nos dejaron con las ganas de ver las mazmorras y finalmente vimos la sesión. Salimos de ahí y como no, volvimos al metro. Bajamos de la línea verde y nos fuimos a la azul, la que no llevaría a Picadilly Circus. Salimos de la estación y nada más girar, estaba Picadilly. Bajamos la calle y allí nos dieron la tarde para ir a comprar. Mientras caminábamos, alguien me tapó los ojos. Me giro.
-¡Kevin!- le abrazo.
-Hola.- me da un beso en la mejilla.- te echaba de menos.
-Y yo, y mira que no soy de echar de menos a la gente que conozco de hace un día.- digo riendo.- pero tú eres especial.- le vuelvo ha abrazar.
-Que cursilada.- dice Nico.
-Cállate, cuándo encuentres a tu chica especial, ya verás.- le pego en el hombro.
-Vamos, te invito a un chocolate.- dice Kevin cogiéndome de la mano.
-Aina, después te llamo y me decía donde estáis.- me despido sacudiendo la mano.

Capítulo 4

-¿Cuánto le falta al metro?
-Dos paradas -me responde Aina.
-¿Aún? Qué pereza...
Acton Town. Ealing Common. Ealing Broadway... por fin. Caminamos por las calles desiertas hasta llegar al hotel. El ascensor tarda mucho; por las escaleras. Entramos en nuestra habitación, nos ponemos nuestros pijamas y volvemos a bajar, esta vez al segundo piso. Habitación 203, la de Juanjo. Hoy es su cumpleaños, con que todos los del viaje nos vamos a reunir aquí para celebrarlo. Dos golpecitos en la puerta son suficientes para que nos abran.
-Hola, chicos -saludamos nosotras.
Nos sentamos en el suelo a la espera de que llegue más gente. Pocos minutos después llegan Patri y Nico, junto con sus compañeros de cuarto. Sigue llegando gente, más gente, más. La que se va a armar.
Reímos, charlamos, nos lanzamos zapatillas... hasta que llaman a la puerta. ¿Quién será?, creo que no falta nadie. Nadie excepto…
-Todos a sus habitaciones. ¡YA! -nos grita la profesora.
-Pero… -Juanjo intenta justificarse.
-Uno de los huéspedes se ha quejado de que no le dejáis dormir, ha pedido la hoja de reclamaciones del hotel. ¡Todo el mundo a la cama!
Suspiramos. Qué remedio. Subimos por las escaleras, otra vez. Habitación 318, estoy justo encima de mis primos. Meto la mano por el bolsillo de mi slam en busca de la tarjeta que abre nuestra puerta.
-Te he echado de menos. -murmuro abriendo mis brazos en dirección a la cama.
-María, se te ha debido caer esto mientras buscabas la llave. -exclama Medina detrás de mí.
-Oh, gracias. -me extiende un papel  que recoge del suelo, lo despliego y veo…
-¿Qué es? -pregunta Aina.
-No, nada. -me sumerjo por entre las sabanas del colchón y saco mi Samsung, introduzco mi contraseña y añado un nuevo contacto a mí lista; el mismo contacto al que decido enviarle un mensaje por whatsapp tal y como me pidió, el mismo al que he conocido hoy en un Starbucks y gracias a un café descafeinado.
-Hola.
-Hola, ¿qué tal?- al cabo de un segundo me responde.
-Qué rapidez. Bien, ¿y tú?
-Es que ya estaba esperando tu mensaje. Bien, me alegro.- emoticono sonriente.
-Oh, que mono. Y yo por ti, muchas gracias.- emoticono sonrojado.
-Bueno... ¿y qué haces?- antes de contestar, me dispongo a ver su foto de perfil.
-¿Eres directioner?
-Sí... soy un directioner boy, ¿y tú?
-Me gustan algunas canciones, pero no me considero.- 'mentira, soy directioner y amo a esos cinco idiotas' pienso.
-Bueno, ¡deberías serlo! Estos chicos son estupendos.
-Ey, no te enfades ahora por eso.- emoticono entristecido.
-No me podría enfadar contigo.
-¡Aún estás con el móvil!- grita Patri destapándome y haciendo que Medina y Aina se despierten.
-¿Y a ti que más te da?- vuelvo a taparme.
-¡A dormir todas ya, joder!- dice Aina.
Me vuelvo debajo de las mantas y entro de nuevo al whatsapp.
-¿Tu mami ya te ha mandado a dormir?- emoticono guiñando el ojo y con la lengua afuera.
-Algo parecido. Bueno, me voy a dormir ya.
-Espera, ¿cuándo nos volveremos a ver?
-No sé, supongo que iremos ha hacer un taller de teatro y después a un parque cerca de Westminster.
-Creo que sé cual dices, intentaré pasar a ver si te veo.
-Me parece bien, buenas noches, que duermas bien.- emoticono lanzando un besito. Apago el móvil, lo dejo en el suelo y me meto en la cama e intento dormir, pero es algo imposible. Kevin no sale de mi cabeza.

Capítulo 3

*Toc toc*. Me acerco a la puerta y abro.
-¿Estáis listas chicas?- pregunta la profe.
-Sí, ahora bajamos a desayunar.
Cuando Patri, Aina y Medina se habían terminado de preparar, bajamos al bar. Unas tostadas con mantequilla, un croissant y un vaso de leche.
-Está podrida.
-¿El qué Aina?- pregunta Nico.
-La madalena, mira.
-No está podrida, es que es de arándanos.
-Que asco.
-Da, yo me la como.
-Me extraña que comas tanto y no engordes.- le digo a mi primo mientras le palmeo la espalda.
Al terminar todos, vamos de vuelta al metro, próxima parada: Buckingham Palace. Todo Londres es precioso, joder. Después de esto, volvimos al Big Ben. Para comer, nos fuimos a Candem Town, dónde pasaríamos la tarde de compras.
Al llegar, nos quedamos boquiabiertos, aquello es raro, pero mola. Bajamos por la calle principal hasta llegar al "Candem lock village market", donde hay puestos de comida, de ropa o para comprar un recuerdo. Nos compramos comida china, pero Nico y Medina prefieren pizza.
Después de haber visto todos los tenderetes y comprado algunos llaveros o imanes, salimos a la calle principal.
-Patri.
-Dime.
-Mira.- señalo al Starbucks.
-¡Vamos ahora!
-Si hombre, ya vendremos después sobre las cuatro.
Bajamos la calle y seguimos mirando las tiendas. Todas tienen lo mismo: sudaderas de todo tipo, gorras, fundas para el móvil, imanes, llaveros...
-Ya son las cuatro y un minuto.- refunfuña Patri señalando su reloj.
-Que ahora vamos pesada.
Otra vez calle abajo para ir al Starbucks.
-¿Tú que vas a pedir?- me pregunta Aina.
-Mmm, creo que... un classic hot chocolate.
-Yo igual entonces.
-Hola, ¿qué quiere pedir?
-Que bien, un español.- digo riendo.- pediré un classic hot chocolate.
-Buena elección, ¿cómo te llamas?- coge un vaso pequeño.
-Mary.- lo apunta.
-Espera ahí por favor.
-Vale, gracias.- le pago- chicos, os espero ahí.
Me voy a la otra parte de la barra y espero a que me lo sirvan. Ya esta. Lo cojo y le doy un pequeño sorbo. 'Pero si esto es café...' giro el vaso y veo que no pone mi nombre, si no que pone Kevin. Alguien me toca la espalda, me giro y veo a un chico con gorra y unas gafas.
-Perdona, creo que ese es mi café.
-Ups, perdona.- se lo entrego y sonríe. Su voz y su sonrisa me resultan familiares...- bonita sonrisa.
-Gracias, lo mismo digo.- me pongo roja.
-¡Mary!, ¿ya estas?- dice Medina acercándose a mi.
-Sí, vámonos ya. Adiós Kevin, encantada.
-Espera.- me coge de la mano y me da un papelito.- esta noche háblame.
-Vale, adiós.- me despido con una gran sonrisa.

 Candem Town.

Capítulo 2

[Narra Mary]
-¿Cuánto queda?
-No debe quedar mucho.
-Llevamos más de dos horas aquí.
-Que exagerada.- Patri me pega una colleja.
-Un respeto, ¿no?
-No.- le levanto el dedo corazón.
-Señores pasajeros, en pocos minutos, aterrizaremos en el aeropuerto de Londres.- todo el mundo se pone a aplaudir.
-Voy a apagar el móvil.
-No, espera que termine la canción, e igualmente no se ha encendido el símbolo del cinturón.- se enciende.
-¿Decías...?- señala el símbolo iluminado.
-Cállate.
Al aterrizar, bajamos del avión dirección la recogida de las maletas. Nada más llegar sale la mía, 'que suerte' pienso. Al tener todos las maletas, vamos hacia el bus. Nos esperan otras dos horas de camino.
-¡Nico, ven! Te he guardado un sitio.- obedece.- ¿Te has cogido los cascos?
-No, mierda.
-Bueno, escuchamos música sin los cascos. A ver cuales tienes.- le cojo el iPod y empiezo a buscar.- ¡You and I! Me encanta esta canción.- play.
Patri, que la teníamos detrás, se pone a cantarla. Yo ya me empezaba a marear y no llevabamos ni una hora de trayecto. Se me hace raro ir por el otro lado.
Nos tiramos todo el camino haciendo fotos al paisaje y a nosotros y escuchando música. Y al final llegamos al hotel. Un edifco blanco con muchas ventanas. Entramos al hotel y vamos al bar para que nos den las llaves de las habitaciones. Al tenerlas, subimos a ella, la habitación 318. Es bastante amplia con una cama de matrimonio y un sofá-cama? Un tocador y encima un espejo.
-A ver que vistas tenemos.- dice Aina corriendo la cortina.- bien, está tapada.
-¿Qué dices?- digo desde el baño.- bueno, aquí hay otra ventana.- la abro.- pero solo se puede abrir un poco.
-¿Bajamos ya?- pregunta Mar Medina.
-Ahora bajamos Medina.
Cogemos lo necesario y bajamos al bar otra vez. Las profesoras pasan lista y nos vamos a comer al McDonald's que hay cerca de aquí. Terminamos de comer y nos dan los billetes de metro. Nos dirigimos a la estación y subimos al metro dirección South Kensington. Allí, vamos a ver el museo de ciencias e historia. Al verlo todo, volvemos al metro y bajamos en Westminster, para ver el Big Ben y el London eye. Nos hacemos muchas fotos y damos una vuelta por allí. Para cenar, vamos a un restaurante típico. De cena nos pusieron una hamburguesa muy mala, y de postre un helado de vainilla con trocitos de brownie, eso si valía la pena. Durante la cena, en nuestra mesa, volaban cubitos. Que noche.


Capítulo 1

[Narra Nico]
-¡Nico, despierta!- grita Benji, mi hermano.
-Joder Benji...- miro mi reloj- son las seis de la mañana, ¿qué coño quieres ahora?
-Perderemos el avión por tu culpa.
-¿Qué avión?-deliro.
-El de Londres.
-¡Hostia!- me levanto corriendo y me empiezo a vestir. Recapacito.- si hasta las ocho no tenemos que estar en el aeropuerto.
-Ya, pero no quiero llegar tarde.
-No te sulfures, que solo faltan dos horas.
-Ya verás, siempre nos pasa lo mismo.
-Tranquilo, no lo haremos.- le digo acariciándole la cabeza como de un niño pequeño se tratase.- me vuelvo a sobar, tu haz lo que quieras. Buenas noches- digo metiéndome de nuevo en la cama.
Ahora soy yo el que no puede dormir. Por mi cabeza solo hay pensamientos sobre el viaje: que haremos, que veremos... suspiro. Ya son las 6:30. Me levanto sin hacer mucho ruido y voy al baño. Una duchita rápida y me visto. Bajo las escaleras dirección la cocina. Miro en la despensa y solo hay unas míseras madalenas. Me preparo un colca-cao, voy al salón y enciendo la tele. '¡Sí, dan Hora de Aventuras!' pienso, le doy un mordisco a la madalena mientras tarareo la canción del principio. Sorbito al cola-cao. Cojo mi móvil y miro el whatsapp. Casi seiscientos mensajes de dos conversaciones, ¿no duermen o qué? Me termino la madalena y el cola-cao y dejo la tacita en la mesa, mis parpados se cierran.
-¡Nico, Nico, despierta!
-¿Qué quieres ahora Benji?
-Ya son más de las siete y te tienes que preparar.
-Ya voy.- me levanto del sofá y vuelvo al piso de arriba. Cojo la maleta, la chaqueta y me paro en el baño. Saco el peine del primer cajón y me peino un poco, unas gotas de colonia y listo.
-¡Ya estoy!- digo bajando otra vez las escaleras.
-Váaaaaaaaamos ya.- dice mi hermano desde el coche.
-¡Qué te calles!- grito mientras cierro la puerta. Voy al maletero, dejo la maleta y me subo al coche, en la parte de atrás.- Ah, mamá, hay que ir a por la prima Mary.
-Ya, me avisó ayer.
Aproximadamente cinco minutos después llegamos a su casa.
-Que alguno vaya a llamar.- dice mi madre.
-Voy yo.- dice Benji. Se acerca al portero y llama.- ¡Prima, corre, baja!
-Niño, no te me sulfures.- desde aquí oigo la conversación, 'se nota que somos primos'. Segundos después, aparece Mary. Entra en el coche.
-Si que te has dado prisa.- le digo.
-Ya, es que estoy eufórica.- tiene tantas ganas de llegar a Londres como yo.
Los minutos pasan, nos hallamos aún en el coche, mirando por la ventanilla o casi durmiéndonos. La verdad es que está un poco lejos de casa.
-Chicos, ya hemos llegado. Todos bajamos del coche y nos dirigimos al lugar de encuentro.
Ya están todos allí, las profesoras empiezan a repartir las tarjetas de embarque, a contarnos por grupos, a embarcar las maletas y a despedirnos de los padres mientras subimos las escaleras mecánicas. Pasamos el control de la policía y seguimos en busca de nuestra puerta de embarque. Recorremos largos pasillos.
-¡Es la 68!- dice uno gritando. 'justo la última puerta'.
Seguimos caminando por esos blancos pasillos, hay poca gente, por no decir nadie.
-¡Un Starbucks!- grita Patricia.
-Patri... relax, ya iremos al de Londres.- le dice acariciándole el brazo.
Ya hemos llegado a la puerta, todos se sientan y sacan sus móviles. Algunos se hacen fotos o les dicen a sus familiares que ya embarcamos.
Ya en el avión, casi todos nos quedamos fritos. Nos espera un largo vuelo.

One Direction - Story of My Life